Fuera de la estación reproductora, los pericos celestiales forman pequeños grupos de hasta diez individuos.
En algunos lugares pueden darse concentraciones de varios centenares de ejemplares. Su plumaje de color verde le permite camuflarse entre el follaje de los árboles y también entre la hierba del suelo.
Durante las horas de más calor suele permanecer inactivo en arbustos o árboles de pequeña talla.
La estación reproductora suele empezar después de la época de las lluvias a finales de Enero hasta finales de Mayo. Suelen hacer dos puestas de forma casi consecutiva, de manera que la segunda puesta tendría lugar pocos días después de independizarse los jóvenes de la primera puesta.
Los lugares de anidación de los forpus pueden ser de lo más variado, desde huecos en ramas y árboles hasta en huecos de los postes de teléfono, tuberías, nidos abandonados de pájaros carpinteros o de otras especies, etc.
La puesta suele ser de 4-6 huevos, puestos a intervalos de 36 -48 horas y la incubación empieza generalmente después de la puesta del segundo huevo.
Solamente incuba la hembra que lo hace durante unos 17 días. La eclosión de toda la nidada se completa en tres días.
Finalmente, los jóvenes abandonan el nido a los treinta días.
Los Loritos Celestiales son psitácidos que, en cautividad, pueden reproducirse en cualquier época del año. Las parejas pueden formarse a los siete u ocho meses de edad. Sin embargo algunas hembras pueden iniciar la puesta con tan solo cinco meses mientras permanecen aún junto con otros jóvenes en una pajarera. Aunque si bien la mayoría de las hembras muestran una disposición temprana a criar, otras permanecen un año o más ignorando por completo el nido.
Una buena pareja reproductora del loro celestial puede llegar a reproducirse cada dos meses exactos hasta un total de 6 puestas anuales. Si la nidada es muy numerosa puede trasladarse algunos polluelos a otra pareja que tenga menos, aunque no es aconsejable hacerlo hasta después de anillarlos, para evitar problemas de identificación.
Una vez formadas las parejas, se les debe administrar diariamente grano germinado junto con una pasta especial para psitácidos, baja en hierro, humedecida con zanahoria bien triturada y bayas de serbal remojadas. Cuando tiene lugar la puesta del primer huevo es aconsejable dejar de administrar la pasta de huevo hasta que se produce la eclosión del primer polluelo. A partir de este momento se le vuelve administrar junto con un poco de manzana troceada.
La puesta suele ser de cuatro a siete huevos puestos en días alternos, y el período de incubación es de veintiún días. Al contrario de lo que ocurre con los Agapornis, el Loro Celestial no parece acusar la falta de humedad para eclosionar correctamente.
En alguna ocasión pueden llegar a darse diferencias de eclosión de hasta ocho días entre el mayor y el menor de la nidada sin que ello sea obstáculo para que los padres los críen perfectamente.
La edad de anillamiento es difícil de precisar, sin embargo se suele hacer a los diez o doce días de edad.
El diámetro interior de la anilla es de 4mm.
Abandonan el nido a los treinta y cinco días a partir de la eclosión. Se independizan muy rápidamente, pero si los padres no les atacan, es aconsejable no separarlos hasta los dos meses después del nacimiento del primer polluelo.